No tenía previsto escribir sobre este extraño fenómeno detectado. Tecleo y se me deslizan los pensamientos, esquivos, como si estuviera en un sueño. No termino de entender, no termino de creer, mi mente pasional y, a la par racional, no da crédito. Siento como si hubiera invocado algo, como si las imágenes de mis Borradas fueran reales.
Este es el año de los aniversarios. Uno especialmente importante en mis propios gustos e intereses: la Bauhaus celebra su centenario. Llevo preparándome esta cita mucho tiempo. No me entiendan mal, a mí no me espera nadie; es decir, como buena adicta a la información y a la historia llevo leyendo artículos sobre la Bauhaus, especialmente lo que concierne a ellas, las mujeres de la Bauhaus, más de un año. El último mes estoy centrada en preparar un artículo sobre Lucía Schulz Moholy que no termina de llegar, quizás porque no paro de leer. Además, me sucede un fenómeno que entorpece y altera mis lecturas, me descentra: le dedico un tiempo considerable a escribir e-mails o comentarios solicitando correcciones, especialmente con fotografías mal atribuidas…
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